El Museo de Reproducciones Artísticas de Bilbao presenta su nueva exposición temporal “AMA” de la mano del escultor Jose Pablo Arriaga y Euskal Museoa
Se trata de una muestra que habla de maternidad, que nace de los recuerdos de hijas/os y que mezcla diferentes tipos de arte
Estará abierta al público en la institución vizcaína desde el 25 de octubre de 2024 hasta el 5 de mayo de 2025
En la misma, se mezclan gracias a una gran colaboración obras de Arriaga, del Museo de Reproducciones y de Euskal Museoa
Itziar Martija, técnica del Museo, es la comisaria de esta exposición
El Museo de Reproducciones Artísticas de Bilbao ha inaugurado su nueva exposición temporal “AMA”. A la presentación han acudido Leixuri Arrizabalaga, Diputada de Euskera, Cultura y Deporte, Gonzalo Olabarria, Concejal de Gobernanza y Cultura del Ayuntamiento de Bilbao, Sorkunde Aiarza, Directora del Museo, Itziar Martija, comisaria de la exposición y el escultor Jose Pablo Arriaga.
En esta ocasión, lo hace bajo una doble colaboración. Por un lado, cuenta con las esculturas que el artista Jose Pablo Arriaga ha creado a partir de los recuerdos que tiene de su madre. Por otro, la muestra mostrará diferentes piezas de la colección de Euskal Museoa que evocan recuerdos y temas relacionados con la maternidad.
Ambos mundos se mezclarán con parte de la colección del Museo de Reproducciones de Bilbao dando lugar a una exposición multidisciplinar nunca antes vista en la institución vizcaína y que se podrá disfrutar desde el 25 de octubre de 2024 hasta el 4 de mayo de 2025.
EL DESARROLLO DE AMA
Recuerdos de hijas e hijos, memoria, imágenes, olores, sabores, sensaciones… esto es “AMA”. La exposición parte de un homenaje escultórico que el artista Jose Pablo Arriaga hace a su madre a través del arte.
Con sus esculturas el artista vasco trae al presente momentos significativos, reveladores y simbólicos que se entretejen en las vidas de ambos. La inspiración nació del caserío Etxerre de Mutriku en el que nació su ama; de los invernaderos junto a él, con sus arcos metálicos que le recuerdan a las cuadernas de las embarcaciones, que tan estrechamente unidas están al lugar.
Estas obras cuentan la historia desde el abrazo más cálido del embarazo hasta el momento del cuidado de nuestras madres mayores. Hablan de lo que significa ser madre, desde el afrontar los conflictos hasta el asumir el rol de la maternidad con verdadero cariño, sin serlo biológicamente.
Pero sus esculturas no están solas. Instaladas ad hoc en el Museo de Reproducciones, comparten formas, historias y esencias con otras tantas obras. Una parte de ellas procede del Euskal Museoa. Como el caserío y los invernaderos de Arriaga, estas piezas forman parte de nuestro pasado, de nuestras vivencias, de nuestras tradiciones y por supuesto, evocan a las madres.
Y finalmente, entretejiendo blanco con blanco, se alzan entre todas ellas las estatuas del Museo de Reproducciones. Como si de faros se tratase, transportan al público a otros tiempos y nos recuerdan lo poco que ha cambiado la forma en la que se evoca la idea de la maternidad.
LAS PIEZAS DE AMA
La exposición “AMA” está formada por un total de 24 piezas.
En cuanto a las obras de Jose Pablo Arriaga, la mayor parte están realizadas en piedra acrílica; algunas añaden madera y pvc. Además, hay excepciones como la obra Eko, que está hecha en metacrilato y madera.
Todas ellas se han ejecutado entre los años 2023 y 2024 en el taller que el artista vasco tiene en Markina.
Cada una de las 11 piezas de Jose Pablo Arriaga, a excepción de la que da título a la serie “Ama”, se ha emparejado con una o varias obras de las colecciones de Euskal Museoa y Museo de Reproducciones de Bilbao. Para llevar a cabo estas relaciones se ha partido de lo que el artista pretendía transmitir con cada una de sus obras. Así, se ha logrado que cada unión comparta un discurso común dando coherencia al paseo expositivio. Las conexiones, a veces evidentes y otras más sutiles, se han plasmado en los textos que acompañan la exposición logrando transformarse en micro-narraciones de tono poético.
Las piezas de Euskal Museoa destacan por su singularidad y variedad. Desde una pezonera de madera, utilizada para favorecer la lactancia en mujeres con pezones invertidos, hasta una chocolatera del siglo XIX o un girocompás. Todas ellas tratan de aportar nuevas perspectivas en relación a la temática de la exposición.
Por su parte, la selección de las estatuas de la colección del Museo de Reproducciones se ha llevado a cabo con un planteamiento de relación más directa; así la Victoria de Samotracia que simulaba navegar en la proa de una antigua embarcación se ha puesto en relación con la pieza Bela, con la que guarda una clara afinidad temática. Igualmente, la obra Eko por medio de la cual se evoca el mito de la ninfa griega, se ha dispuesto en oposición a la Kore de Quios que no deja de ser una figura cuyas formas femeninas se hacían eco de aquellas deseadas en toda muchacha destinada a la maternidad.