La pose pensativa de la figura ha hecho que, desde el siglo XVI, se le conozca como Il Pensieroso (el pensativo). La figura original forma parte de la decoración escultórica de la Sacristía Nueva, el lugar de enterramiento de varios miembros de la familia Medici. El conjunto al completo fue diseñado y decorado por Miguel Ángel. Esta estatua en concreto decora la tumba de Lorenzo II de’ Medici, Duque de Urbino.
La figura no guarda ningún parecido con el Lorenzo real. Es, más bien, una representación ideal del concepto de la vida contemplativa. Lorenzo viste una coraza de cuero, como un antiguo romano. Se acerca el dedo índice de su mano derecha a la boca en un gesto pensativo. En esa misma mano sostiene un pañuelo. Bajo el codo izquierdo se asoma una caja con la representación de la cara de un murciélago. Los murciélagos eran un símbolo de la muerte y el más allá desde la antigüedad. Un tema muy apropiado para un monumento funerario como este.