Esta copia reproduce un fragmento del Friso de la Gigantomaquia que decoraba el Altar de Zeus, en Pérgamo (Turquía). La Gigantomaquia era la lucha mitológica más importante del mundo griego que enfrentó a los dioses del Olimpo con los Gigantes. Por su parte, el Altar de Zeus fue un templo, levantado en una de las terrazas de la acrópolis o ciudad alta de Pérgamo. En su zona central, rodeado por una columnata, el templo tenía un gran altar para quemar sacrificios. El friso decorativo, de más de dos metros de altura y más de 100 metros de largo, decoraba el perímetro del edificio.
El conjunto del friso destaca por su expresividad. Las figuras parecen moverse en oleadas en el fragor de la batalla. Los cuerpos se hinchan, la anatomía se exagera y los rostros de los Gigantes que se conservan expresan toda la angustia del que se sabe vencido. Este friso se considera el modelo del estilo barroco pergámeno de época helenística. Siguiendo su ejemplo se esculpirían también la Victoria de Samotracia o el grupo del Laocoonte.
El rey de los dioses, Zeus, en el centro, lucha contra el rey de los Gigantes, Porfirión, que aparece de espaldas en el extremo derecho. Las piernas de Porfirión son serpientes como corresponde a un hijo de Gea, la Madre Tierra. Zeus acaba de lanzar su rayo sobre la pierna del gigante que aparece en el suelo, a la izquierda. La mano derecha del rey del Olimpo se dispone a lanzar un nuevo rayo, hoy perdido.